El silbato es un símbolo poderoso: una llamada urgente que señala la necesidad de actuar frente a la injusticia y la vulneración de derechos. En este Orgullo, desde el Área LGTBI del sindicato, hacemos sonar el silbato para denunciar con firmeza las enmiendas presentadas en las Cortes Valencianas que amenazan con borrar los derechos de las personas trans, una agresión directa contra la igualdad y la dignidad.

Estas enmiendas no solo suponen un retroceso legal, sino que afectan de manera directa la vida cotidiana de las personas trans en ámbitos fundamentales como la educación y el trabajo. En las escuelas, pretenden eliminar el contenido sobre diversidad sexual y de género, lo cual aumenta la invisibilidad y el acoso hacia el alumnado trans. Negar una educación inclusiva es negar un entorno seguro donde niños, niñas y adolescentes puedan desenrollarse plenamente sin miedo ni discriminación.

En el ámbito laboral, estas medidas agravian la precariedad y la discriminación que sufren ya muchas personas trans, quienes  se enfrentan a dificultades para acceder a una ocupación digna, sufren acoso o exclusión, y ven limitadas sus oportunidades de promoción y desarrollo profesional. La protección legal no puede ser un privilegio; tiene que ser un derecho inalienable para garantizar un entorno laboral libre de discriminación y con igualdad de oportunidades.

Por eso, el silbato representa nuestra voz colectiva que alerta y denuncia. Es un instrumento de lucha contra la intolerancia, el odio y la invisibilización. No permitiremos que se silencie a las personas trans ni que se niegue su derecho a existir y a ser respetadas en todos los espacios.

Con el silbato en mano, desde el sindicato llamamos a la movilización y a la solidaridad para defender los derechos conquistados y avanzar hacia una sociedad diversa, justa e igualitaria. No hay marcha atrás. La igualdad y el respeto no se negocian ni se recortan.