El protocolo de la vergüenza
En el último Consejo de Gobierno se ha aprobado el nuevo protocolo de envío de correos masivos en la UPV. Un protocolo que, bajo la excusa de “reducir el volumen de correos”, tiene como objetivo principal debilitar la voz de los sindicatos. Vicent Julià os lo contaba así.
Este protocolo establece que, para recibir información sindical, habrá que seguir un proceso específico de suscripción. Es decir, se impone una barrera de acceso a una información que debería ser un derecho: el derecho a estar informado por tus representantes. Eso sí, seguirás recibiendo —sin posibilidad de darte de baja— el ya clásico correo navideño del rector, repleto de lo bien que “lo estamos haciendo”.
Todo esto se justifica con un supuesto informe de protección de datos —el comodín de siempre— que, casualmente, se ha encargado expresamente para justificar la norma, y no al revés. Todo huele a informe hecho a medida.
Desde nuestro colectivo hemos registrado las correspondientes alegaciones, dejando claro que esta medida es un paso más hacia la limitación de las voces críticas. Porque saben que siempre os hemos informado con rapidez y rigor, denunciando las decisiones que os afectan. Y eso, evidentemente, les molesta.
Con este protocolo quieren reducir nuestra capacidad de comunicaros lo que hacen, lo que ocultan y lo que planean. Y así, sin fiscalización ni presión pública, podrán hacer y deshacer a su antojo durante los próximos seis años.