El 26 de septiembre se celebra el Día Europeo de las Lenguas, una fecha impulsada por el Consejo de Europa para promover la diversidad lingüística, el plurilingüismo y el respeto por todas las lenguas del continente. En este contexto, desde STEPV queremos alertar sobre la preocupante situación del valenciano en la Universitat Politècnica de València (UPV) y las políticas que contribuyen a su regresión.

Riesgos para el rigor académico

La UPV ha incorporado a su programa de Cursos Monográficos para Séniors 2025–2026 un ciclo titulado Temas de Historia y Cultura Valencianas: 5ª edición, coordinado e impartido por académicos de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV).
Este curso es la quinta edición de un ciclo que ya se había impartido años atrás, pero que fue retirado tras quejas formales del alumnado y del Departamento de Lingüística Aplicada de la UPV. Su recuperación se ha producido ahora en el marco del convenio firmado el 31 de enero de 2025 entre la UPV y la RACV. Recuperar un curso retirado por falta de rigor científico es especialmente preocupante.

Una conferencia polémica

Entre las sesiones programadas destaca la prevista para el 25 de marzo de 2026, con el título “Las lenguas iberorrománicas antes de la Reconquista. Nuevas perspectivas”. El título sugiere que podría plantearse la hipótesis de un origen independiente del valenciano respecto al catalán, una tesis que contradice el consenso de la comunidad científica.
Se trata de un planteamiento típico del secesionismo lingüístico, ampliamente rechazado por la comunidad filológica internacional, que ahora recibe cobertura institucional a través de un curso de la UPV, otorgando legitimidad académica a posiciones ideológicas sin base científica.

La inclusión de esta conferencia en la oferta formativa de la UPV supone:
Legitimar teorías sin base científica que niegan la unidad de la lengua.
Comprometer el prestigio universitario de la UPV.
Generar confusión social y política sobre la identidad lingüística del valenciano.

La UPV, como universidad pública, tiene la obligación de garantizar que su oferta docente responda al rigor científico y no a intereses ideológicos. Dar voz institucional al secesionismo lingüístico, en contra del consenso filológico e incluso del criterio científico del propio Departamento de Lingüística Aplicada de la UPV, desvirtúa la función académica de la universidad y contribuye a desinformar a la ciudadanía.

El convenio UPV–RACV

El convenio entre la UPV y la RACV, firmado por el rector Pepe Capilla, la vicerrectora Salomé Cuesta y el decano de la RACV José Luis Manglano, incluye la creación de una comisión de seguimiento para coordinar las actividades. La programación de este curso muestra cómo el convenio se ha traducido en iniciativas en las que el secesionismo lingüístico encuentra cobertura universitaria.
Cabe recordar que la RACV tiene un largo historial de promoción de las “Normes del Puig” y otras iniciativas contrarias al consenso científico sobre la unidad de la lengua, lo que hace aún más preocupante la implicación de una universidad pública como la UPV en la difusión de estos discursos.

Escuchar a los expertos de la UPV

Este caso refuerza la necesidad de que el Departamento de Lingüística Aplicada de la UPV y otros órganos universitarios revisen con atención el contenido de los cursos vinculados al convenio y que se active la comisión de seguimiento con la participación de expertos, para garantizar la calidad, la neutralidad y el respeto al conocimiento científico.
Además, desde  la reelección del rector, la Comisión de Normalización Lingüística de la UPV no se ha reunido, lo que mantiene bloqueadas todas las decisiones que este órgano podría tomar en el contexto actual. Esta inacción evidencia el papel secundario que ocupa el valenciano en la política universitaria y la falta de voluntad del equipo rectoral para impulsar medidas efectivas de normalización lingüística.

Acciones del sindicato STEPV

Desde STEPV queremos incidir en que la situación del valenciano es cada vez más preocupante. Los ataques a la lengua se intensifican y nos preocupa especialmente la minorización de su uso en la administración y en la docencia. Incluso está documentado —y la universidad es consciente— que en muchos grupos no se cumple la obligación de garantizar docencia en valenciano, vulnerando los derechos lingüísticos del alumnado y contribuyendo a la pérdida de presencia social de nuestra lengua.

El 22 de mayo, la sección sindical de STEPV ya advirtió de esta situación en una carta registrada en el Vicerrectorado de Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad, del que depende la Universidad Sénior. No hemos recibido respuesta, lo que nos hace pensar que no hay voluntad de enmendar la situación.
Además, profesorado de la propia Universidad Sénior nos ha trasladado las dificultades para impartir clase en valenciano, ya que a menudo se encuentran con el argumento de que, al haber alumnado de fuera del territorio, la docencia debe ser en castellano. Recordamos que en la UPV existen ayudas específicas para la docencia en valenciano destinadas a cubrir gastos de traducción de apuntes, temarios y presentaciones, mientras que en la Universidad Sénior estas ayudas no se aplican, lo que agrava aún más la situación.

Críticas del ámbito cultural y académico

Diversas entidades y colectivos culturales ya expresaron su preocupación por el convenio, advirtiendo que la colaboración con la RACV pone en riesgo el rigor académico de la UPV y la sitúa junto a una institución con un largo historial de posiciones contrarias al consenso científico en materia lingüística.