Se cumplen dos años de la elección del rector Capilla, y para celebrarlo, el rector pone en marcha la maquinaria populista. Ya sabemos por qué el rector no ha cumplido muchas de sus promesas electorales con el objetivo de calentar el ambiente: Tú pones el hambre y el fuego lo pone Capilla.

Por eso, como si fuera combustible, se dedica a no aplicar los acuerdos de reciprocidad de carrera profesional, quiere imponer un teletrabajo sui generis más tarde que pronto, no brinda los medios para resolver las oposiciones y los concursos, e implementa el revolucionario sistema de las comisiones “digitales”, mientras sigue multiplicando los puestos de jefatura y dirección de área.

Carrera Profesional

Mientras en las otras universidades públicas valencianas se aplica con una interpretación favorable a su personal la modificación del decreto de carrera publicado en 2018 que reconocía el derecho a cobrar el tiempo trabajado como interino, aquí hay personal que no ha visto reconocido el tiempo trabajado en otras administraciones públicas.

Teletrabajo

Inminente es la palabra que llevamos escuchando desde hace un año, desde que el Consejo de Gobierno aprobó la normativa definitiva de teletrabajo. Actualmente nos encontramos en la prórroga sine die de la prórroga extraordinaria de la prórroga transitoria del reglamento temporal sobre el teletrabajo en la UPV, y mucha gente no tiene acceso a ello.

Una vez más, si miramos hacia la acera de enfrente, nos encontramos con un teletrabajo implantado y que se aplica de igual manera sin que cada jefe de servicio o virrey de taifas decida cómo debe teletrabajar su personal.

Oposiciones estancadas

Mientras la Universidad de Valencia resuelve dos procesos selectivos, nosotros no nos aclaramos con uno. Y no solo ocurre con el personal administrativo, todo el PAS sufre este desinterés sorprendente de nuestro rector.

Comisiones de Servicio

La derogación de la norma que regulaba las comisiones nos ha llevado a una “selección digital”, donde se valora de manera subjetiva la experiencia profesional, los conocimientos y la formación, que se suma al informe de la persona responsable de la unidad.

Además, y para añadir más comedia a la situación, las personas a las que se les ofrece una comisión de servicio deben encontrar a otra que la reemplace.

El Éxodo

La situación ha hecho que día tras día cada vez más personas decidan abandonar el “barco” de la UPV, porque los fuegos artificiales, los paseos en barco y las paellas no disfrazan la realidad. Tal vez Capilla se deje caer por las paellas, os animamos a expresar vuestro malestar, pedir al Rector que cumpla sus promesas y abandone las políticas que perjudican nuestra universidad y al personal.