Desde STEPV hacemos una valoración positiva de como el rector ha gestionado la última alerta roja. Ha puesto la seguridad del personal por delante, un cambio muy claro respecto a las instrucciones de hace once meses, cuando dejó al PTGAS y al PI desprotegidos con la consigna que las “actividades no docentes se mantienen con normalidad”.

Pensamos que puede ser que las duras críticas que los representantes del PTGAS y PI le hicieron en el Claustro del 13 de diciembre de 2024 le hayan hecho reflexionar. Sea como fuere, ha rectificado y esto es de sabios.

Sin embargo, nos preocupa que detrás de esta buena acción el rector solo busque ganar tiempo para aprobar la reforma del plan de autoprotección. Esta reforma quiere eliminar los comités de autoprotección de la ecuación y centralizar las decisiones en el Gabinete de Emergencia Rectoral (GER), con muchos vicerrectores y poco personal técnico especialista.

El nuevo plan incluye la posibilidad que el GER pueda retener al personal confinado en la UPV en caso de alerta roja o que determine la orden de evacuación en caso de peligro.

Que el rector haya gestionado bien esta alerta meteorológica no le tiene que dar carta blanca para futuras crisis. Desde STEPV exigimos la presencia de los representantes legales de los trabajadores y trabajadoras en los órganos que toman las decisiones en materia de seguridad.